ERIKSON: INICIATIVA FRENTE A CULPA:
La necesidad
de lidiar con sentimientos contradictorios acerca del yo está en el centro de
la tercera etapa del desarrollo de la personalidad identificada por Erikson
(1950): iniciativa frente a culpa. Los niños de edad preescolar pueden —y
quieren—, hacer cada vez más cosas. Al mismo tiempo están aprendiendo que
algunas de esas cosas obtienen aprobación social, pero otras no. ¿Cómo
concilian su deseo de hacer con su deseo de aprobación? Este conflicto marca
una división entre dos partes de la personalidad: aquella en la que se sigue
siendo un niño, llena de exuberancia y de deseo de intentar cosas nuevas y
probar diferentes competencias, y la parte que se está convirtiendo en adulto,
que examina de manera constante lo adecuado de los motivos y acciones. Los
niños que aprenden cómo regular esas pulsiones contrarias desarrollan la virtud
del propósito, el valor de prever y perseguir metas sin inhibirse demasiado por
la culpa o el temor al castigo (Erikson, 1982).

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