AUTOESTIMA
La
autoestima es la parte evaluativa del autoconcepto, el juicio que hacen los
niños acerca de su valor general. La autoestima se basa en la capacidad
cognoscitiva de los niños, cada vez mayor, para describirse y definirse a sí
mismos. Aunque por lo
general los niños no hablan acerca de un concepto de autovalía sino hasta los
ocho años, los niños menores demuestran con su conducta que lo tienen. La autopercepción positiva o negativa
que tienen los niños a los cinco años predecía su autopercepción y su
funcionamiento socioemocional a los ocho años.
Aunque hay
diferencias individuales en la autoestima, la mayoría de los niños pequeños
sobreestiman de manera desmedida sus cualidades. La autoestima de los niños no
se basa necesariamente en la realidad. Tienden a aceptar los juicios de los
adultos, que por lo general les proporcionan retroalimentación positiva y
acrítica, por lo cual pueden sobreestimar sus capacidades.
La autoestima
de los niños, además de ser ilusoriamente alta, es unidimensional. En otras
palabras, los niños piensan: “Soy bueno” o “Soy malo”. Notará que es igual que
el autoconcepto general y probablemente las mismas limitaciones cognoscitivas
sirven de base para los dos conceptos. Solo hacia la niñez media la autoestima
adquiere mayor realismo, a medida que las evaluaciones personales de
competencia basadas en la internalización de los estándares sociales y de los
padres empiezan a dar forma y a mantener la autovalía.
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