COMPRESIÓN Y REGULACIÓN DE LAS EMOCIONES
La capacidad para entender y regular, o controlar, los sentimientos es uno de los avances principales de la niñez temprana. Los niños que pueden entender sus emociones pueden controlar mejor la manera en que las muestran y ser sensibles a lo que los otros sienten. La autorregulación emocional ayuda a los niños a guiar su conducta y contribuye a su habilidad para llevarse bien con los otros.
Además de
aprender a controlar sus emociones, con el tiempo, los niños logran
comprenderlas de una manera más compleja. Los preescolares pueden hablar sobre
sus sentimientos y a menudo logran distinguir los sentimientos de otros y
entender que las emociones están relacionadas con experiencias y deseos. Comprenden
que cuando alguien obtiene lo que desea se siente feliz, pero si no lo hace se
pondrá triste. La
comprensión emocional aumenta su nivel de complejidad con la edad y todo indica
que hay una transición fundamental entre los 5 y 7 años.
Muchos niños
pequeños no comprenden que pueden experimentar reacciones emocionales
contrarias simultáneamente. Las diferencias individuales en la comprensión de
las emociones contradictorias son evidentes a los tres años. La mayoría de los niños adquiere una
comprensión más compleja de las emociones contradictorias durante la niñez
media.
Las
emociones dirigidas hacia el yo, como la culpa, la vergüenza y el orgullo, por
lo general se desarrollan hacia el final del tercer año, una vez que los niños
han adquirido conciencia de sí mismos y aceptan las normas de conducta
establecidas por sus padres. Sin embargo, a menudo, incluso los niños un poco
mayores carecen de la complejidad cognoscitiva necesaria para reconocer esas
emociones y qué las produce.
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